A ver. Iba con unas expectativas altísimas, de ahí que fuera más probable que algo no me gustara. El hecho de no tener carta, te obliga a recurrir a tu memoria cuando te ofrecen el menú. Sin embargo note que también les falla la memoria porque a mis vecinos de mesa no les ofrecieron cosas que me ofrecieron a mi. La comida es riquísima, pero nada memorable. Punto a favor y altamente valorado. El orden y la sincronía con la que trabaja el equipo.