Botiquín antiguo , esquina caliente. Mil motos peligrosas alrededor, misión vivienda que le baja el perfil a al época dorada del paraíso cuando españoles y portugueses le dieron un brinco de calidad. Comida solidaria en precio, todavía usan salsa de tomate ORIGINAL no la rendida Nasty de otras locaciones. Un must los omelet, ni siquiera en un brunch 5 estrellas. Buen café. Este sitio da nostalgia, buena rotación. 60/100!. Pero solidario con los $$$$$$. Comes pro 3$