Pollera clásica que se mantiene a pesar del paso de los años. Excelente ubicación, sin mayores ambiciones culinarias cumple con las expectativas básicas. Destaca que se pueda acompañar el pollo a la brasa con productos de la Montserratina. Tiene mesoneros con mucho tiempo en el oficio, lo que a veces hace que obvien algunos detalles del buen trato. No dejen de pedir las arepitas fritas con nata. Todo un clásico!!