Tenía aproximadamente 1 año sin visitarlo pero, como siempre, nunca defrauda. Los precios se mantienen considerablemente económicos en comparación a lugares similares. El menú amplio como siempre, hay algunos dulces nuevos en la pastelería. Comimos el roll de canela que estaba divino acompañado de jugo de fresa bien cargado y sabroso. Recomendado siempre que busques un lugar para merendar bueno, bonito y barato.