Tiene un ambiente relajado y agradable para comer, ofrecen menú para los almuerzos y opciones saladas como pizzas. Lo destacado son las porciones de los dulces y tortas! Son inmensos y con una presentación impecable, tuve la oportunidad de probar tanto la torta quesillo como la pizza galleta, ambos deliciosos y equilibrados, ideales para compartir. Muy buena atención no dejen de probar las trufas y el café, perfectos para una merienda culposa. Los precios son algo elevados pero realmente vale la pena.
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