Panaderia con una amplia sala donde puedes desayunar y almorzar. La comida es buena, los desayunos variados ya que abarcan desde los clasicos cachitos, hasta desayunos criollos y americanos (todo lo que pida es bueno). El ambiente te desconecta ya que es tranquilo, limpio y no se escucha bullicio de la calle. Lo malo? El personal no esta pendiente de la sala, o estan hablando entre ellos mientras tu haces maroma para realizar el pedido.Las propinas se ganan...y ellos no la merecen.