Un ambiente espectacular, me encanto este sitio que aún cuando está en Vargas no sentí nada de calor y es abierto, tienen ventiladores con aspersores que mantienen el lugar súper fresco. Son súper atentos y te hacen sentir a gusto. Las pizzas son súper ricas, probamos la Rústica y la Pizza campestre que tiene reducción de papelon, de verdad buenas. De entrada los tomates rellenos y los dedos de mozarella, ni hablar de los cócteles que estaban en su punto buenísimos. De verdad recomendado para pasar un rato distinto cerca de la ciudad.