Recomendado!. Es un lugar pequeño pero tiene su toque. Ubicado en el Hatillo, zona perfecta porque hace mucho frío y luego de unas ricas pizzas puedes pasear por el pueblo. El ambiente es pequeño, con música en la noche y se llena fácilmente. Al llegar te asignan una mesa de tu preferencia y te llevan la carta. Nuestro mesonero estuvo muy pendiente de todo. Las pizzas deliciosas, personalmente pedí una pizza carbonara que me encanto. Tienen bebidas alcoholicas y los jugos son muy buenos. El precio con calidad valen la pena!

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