Espectacular Lugar, Excelente comida y Servicio, no venden alcohol, aunque tenían tinto de verano como única opción, pero nos aceptaron descorche de vino y la comida estuvo toda Excelente, lo mejor, La Polvorosa de Pollo, pero el Corbullon de Mero, el Ceviche de Patilla, el Trío de Carpachos, con Atún Ahumado, Pulpo y Lomito, el Arroz con Maní y Pasas, el Casabe con Parmesano, todo Excelente, hasta los Cafés muy buenos y el Quesillo, también Espectacular. El ambiente es único, es la Casa de la Familia Mendoza, hoy convertida en Museo y Restaurant, pero es una casona grandisima y el restaurant está al final, al lado del Gran Jardín, con muchísimo Verde alrededor, vale la pena el precio, por la Calidad, Ambiente y Servicio, es un Oasis en el caos del centro!!!
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