La carta es amplia y tiene algo para todos los gustos, incluso para las personas que no comen pescado. De las mejores opciones para comer pescados y mariscos frescos. Los pokes y buddha bowls son abundantes y con buenos sabores. Mención especial por el excelente servicio, desde los parkeros hasta los mesoneros súper atentos y amables. Por un error menor que tuvieron con nuestra orden nos regalaron el postre, aún cuando dijimos que no era necesario. Volveré por el sushi.
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