Si quieren comer en cantidad, van a tener que pedir en cantidad! la comida es súper rica (lo que probé, porque cuando vi que era tan chiquito deje de pedir), pero súper gourmet. Ahora si... los tragos y el local no tienen comparación, de verdad provoca estar ahí, disfrutando de la música, la vista y hasta el servicio es excelente. Probé varios: queen charlote, Baileys frozen, fuego salvaje y seventy seven. Todos estaban demasiado buenos y recomiendo probarlos todos porque cada uno es una experiencia! Si pasas frío, te prestan sábanas y además, prenden las chimeneas de gas. Ojo con el teleferico, lo cierran a las 9.40 y lo reabren a las 12, así que organicen su horario respecto a eso. Pueden ir en plan de amigos o pareja y seguro pasan una muy buena noche, sin duda volvería a ir! Precio: aprox. 25$ por cabeza (con descorche y solo 1 persona pidiendo tragos)
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