Realmente es difícil encontrar un ambiente tan servicial y especial es un establecimiento de mostrador, donde entras haces compras rápidas y luego te vas, pero da gusto compartir con la gente de Danubio Macaracuay, serviciales, atentos, siempre en su rostro una sonrisa y dispuestos a sacarte una a ti. Todas las semanas fijo voy por la bandeja de pasapalos, pastelitos de jamón y queso, pero éste sábado probé el pastel de jamòn con queso crema y realmente no tiene comparación con otros que he probado en comercios afines. No soy dulcero por naturaleza, pero a la hora de degustar si deseas uno muy muy bueno los dulces de la Danubio son la elección correcta.