Una excelente opción para los amantes de la carne. Aunque la comida en general es muy buena. Respetan a cabalidad el término de cocción de la carne. Y las raciones son generosas. Una de sus mayores bondades es que no cobran el descorche. Y su caldito de bienvenida es toda una gentileza. La atención es muy buena y el ambiente agradable. Lo único que no lo hace perfecto es el ruido que hay en el área interna. Sin embargo, está la terraza como opción para los que somos sensibles a eso. La vista al Ávila es un verdadero regalo. No es de extrañar que sea tan popular entre el público caraqueño.