Panadería clásica con variedad de opciones a consumir, pero sin nada que destaque para tenerla como principal opción. Sus pasteles de queso crema y jamón son buenos y a precio accesible, un cachito y pastas secas son otras buenas opciones. Las pizzas son muy caras y no tan buenas, es mejor buscar otra opción. El servicio es normal tirando a mejorable, no encontrarás mucha amabilidad allí. Cumplen con cobrarte, darte tu orden y ya, todo en silencio. El ambiente no es bueno. Dentro de la panadería es muy caluroso, afuera es fresco pero siempre llegarán adultos o niños a pedirte por lo expuesto del sitio. Estacionamiento incómodo. Sirve para llegar, comprar lo que desees y pedirlo para llevar para luego retirarte. Hay mejores panaderías en Santa Mónica.