Fresco, amplio, comodo, variedad de dulces y tienen un bodegón al fondo con buenos aceites de oliva y charcutería. La Caracola de Oreo fue un abuso para la glicemia pero igual me la comí, el café "marrón" estaba en el rango de un café decente. (Los dulces son grandes y a buen precio $ 1.1 cada uno).
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