El ambiente bastante agradable en general, al aire libre y por lo menos temprano en la tarde con una buena sensación de seguridad. El servicio bastante regular, no son las meseras más amables. El helado estaba muy muy bueno de sabor, y había gran variedad, el problema es el tamaño. La tinita o barquilla de dos sabores ($4) parece un helado pequeño de un sabor de cualquier otra heladería parecida, lo cual deja mucho que desear.