Una decepción! fuimos a Sette por tradición, pero no creo que vuelva a ir. La salsa de la pizza estaba insípida, pedimos una pizza con tomate, y los tomates estaban picados en cuadritos súper desagradable. La atención de la mesera fue floja e incómoda y al ir a cancelar la cuenta (que ni siquiera trajeron a la mesa) noto que pago más de lo calculado, ya que los precios marcados en el menú no incluían el IVA. No se si cambiaron de dueños pero decayó demasiado ese lugar.
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