Por fin pude probar esta sede, estacionar puede ser un escollo, pero una vez superado entras y te encuentras con la barra de atención, muy importante mirar los precios en la cartelera y preguntar todo lo necesario, ya que el menú no es muy descriptivo. Pasando para subir al área de mesas se tiene vista a la cocina y la preparación de los platos a una vertiginosa velocidad. Ya arriba hay varias mesas adentro con aire acondicionado, un par en el balcón que da a la calle, música un poco alta y decoración mexicana e interesantes fotos que demuestran la tradición del local. La comida: los combos no están en el menú pero pregunté y si estaban disponibles, para no perder la costumbre se pidió el Pancho Villa (10$) que trae cuatro botanas, estuvo bueno, el picante no tanto y la salsa de queso no fue necesaria ya que los platos traen abundante salsa y guacamole. Recomendado!

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