Yo me fui con mi esposa un viernes a desayunar y nos encontramos con el mejor desayuno de nuestras vidas , fuera de casa, la verdad nada que criticar, desde que llegas la atención es VIP, personal amable y educado, totalmente dispuesto a hacerte pasar el mejor rato de tu vida, mi esposa pidió una tostada francesa que estaba como para repetir y yo me fui por unas arepitas dulces que pongo en segundo lugar después de las que hacía mi mamá, un quesito guayanés que no deja mal a nadie y un café espectacular… sin duda alguna vayan a visitarlos y sientanse orgullosos de que todo pero absolutamente todo es bueno…
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