La higiene del lugar es precaria, todos los cubiertos tenían restos de comida y los vasos restos de fibra de jugos. El patio es un ambiente agradable por la naturaleza y la ambientación musical de lugar común (librería) pero todas las mesas están en mal estado y full de moscas, desperdiciando una gran oportunidad! Adicionalmente el servicio a esa área es lentísimo! La oferta del menú era irreal, la mitad de los platos no estaban disponibles (y era el menú del día a las 12 del mediodía) Pedimos un pollo al grill de las especialidades y llego quemado negro, imposible de picar, pero se hacía peor debido a que los cubiertos no eran apropiados (cuchillo punta roma casi liso) De postre pedimos para probar los mini pies y un fondant. La masa de los pies estaba vieja y el fondant recalentado de microondas y seco en el centro, parecía un brownie de mal sabor! Sabiendo que el país está en crisis hemos desarrollado tolerancia a muchas cosas sin embargo la higiene y frescura de la comida así como la buena cocción, no son negociables en un restaurante! Por años este lugar ha sido de calidad, esperamos que puedan recuperarse y volver a confiar en Cafe Ole! Sin duda tiene mucho potencial y no perdemos las esperanzas! Pd: Extrañamos la crepe de queso brie en el menú!

Excelente en muchos aspectos ! Los huevos Benedictos están siempre en su punto perfecto las veces que he venido y la calidad se mantiene impecable a pesar de todo. El mesonero son una seguridad y carisma maravilloso nos recitó todo el menú con todos sus detalles, símbolo de interés y compenetración del equipo que maneja el restaurante.