El lugar y su ubicación no tiene discusión, son realmente buenos en ambos casos, el ambiente es de muy buen gusto así como la calidad de sus platos, las raciones son como para no ganar peso comiéndolas, la atención y la poca claridad en sus precios es algo que deben trabajar un poco más para mejorarlo, tiene todo el potencial como para convertirse en un gran restaurante, un poco mas de humildad y menos arrogancia en el servicio no les vendría mal. Cuando uno es el que se sienta a la mesa unos esperaría ser atendido de la manera correcta, sin servilismo pero si con profesionalismo y respeto.

Tiempo sin visitar este hermoso lugar y debo reconocer que han mejorado bastante en cuanto al servicio y la atención, el ambiente es agradable y de buen gusto, la seguridad del lugar es digna de reconocimiento, la cocina es lo suficientemente buena como para querer regresar, los mojitos son servidos con especial esmero, la música es acorde al estilo del lugar y embriaga todos sus espacios, la vista es otro aspecto a elogiar, realmente me agrado re-descubrir el lugar y encontrarme con un ambiente tan grato como el que ellos ofrecen.

El ambiente es mágico, la comida muy buena, la atención muy esmerada sin lugar a dudas, la música (reggaetón) está muy lejos de formar parte de ese entorno y es urgente que cuiden ese detalle. La nota agria fue cuando solicite mi factura con fines contables y me respondieron que en ese momento no estaban emitiendo factura fiscal.