Las pizzas las armas tú mismo y el precio varía dependiendo del peso. La presentación y la atención son muy buenas, y la pizza gustosa, pero el gancho es le rato diferente que pasas. Hay que ir con tiempo porque se tardan en atender.

Excelente propuesta, la carta es un poco reducida pero lo complementan con dos platos extra que varían cada día. El servicio es muy atento y la decoración genial.

Una propuesta original y deliciosa para comer empanadas. Las empanadas son grandes y traen bastante relleno, bastante acordes con el precio. Lo único incomodo es que no tienen mucho espacio para sentarse, por lo que hay que llegar temprano para poder encontrar una mesa.

Excelente ambiente, es un pequeño oasis dentro del caos caraqueño. Fuimos por el Día del Padre y, aunque trabajan por reservación, ya estaba agotado uno de los tres platos que ofrecían. Además, el servicio se demoró un poco y la carne de la parrilla estaba sosa y prácticamente cruda (la pedí 3/4).

La comida es deliciosa, aunque no tienen suficiente personal ni (pareciera) experiencia para atender grupos grandes. Los platos principales llegaron con intervalos grandes de tiempo entre un comensal y otro, y en ocasiones, fríos. La carta es bastante variada, comida criolla con un toque Gourmet que vale la pena probar.

Fuimos en Domingo de Semana Santa, por lo que las opciones fuera del menú estaban limitadas al brunch o un asado negro con puré de papas. Optamos por probar los sándwiches y ensaladas de la carta, y no nos arrepentimos. Son deliciosos, están bien rellenados, son grandes para una persona y además vienen acompañados con papitas estilo ruffles muy sabrosas. El servicio estuvo lento para haber ordenado solo sándwiches, pero supongo que por la fecha estaban trabajando a media máquina. Definitivamente volvería a ir.

Un sitio genial para comer pizzas deliciosas y aprovechar el ambiente del Hatillo. El servicio es un poco lento porque siempre están llenos, especialmente los fines de semana, pero vale la pena porque las pizzas (especialmente la de serrano y rugula) son diferentes y deliciosas.

Excelente opción para comer algo distinto y sabroso. La decoración es bellísima y de acuerdo con el restaurante: árabe con un toque moderno. Por ser enero faltaba la mitad del personal, así que el servicio estuvo lento. Aún así todo el personal es muy amable. La comida estaba deliciosa, recomiendo el Plato de Shawarma Mixto. La única observación que tengo es que el plato de degustación, para ser de dos personas, le faltó doblar las porciones de falafel y kibbe.

Excelente las presentaciones y sabores de la comida. Tenía tiempo que no probaba una sopa de cebolla que fuera echa con caldo de res. La crema de tomate también estuvo deliciosa y recomiendo con los ojos cerrados los ñoquis de plátano y el crumble de manzana. Definitivamente es una opción deliciosa a precios promedio.

La comida tiene muy buena sazón, pedí un Tacu Tacu de medallones de lomito y me sorprendí por lo gustosa y en su punto que estaba la carne. El servicio sí deja un poco que desear, se tardaron bastante para tomar nuestra orden, pero vale la pena ir para pasar un rato diferente y degustar la comida peruana.