La atención excelente desde el primer momento que se ingresa al local. La comida es sumamente cuantiosa, tanto así que con un solo plato quedan satisfechas 2 personas. De sabor no es la mejor comida mexicana que he comido, pero es muy buena, así que recomendado. Puntos negativos es que es incómodo encontrar puesto para estacionar el carro en la cercanías, además de que como el local es pequeño, la capacidad y el número de mesas es escaso, por lo que se debe esperar en la calle para ingresar al local. Con respecto a los costos me pareció caro (en diciembre 2019) en relación a otros negocios de comida.

Pésimo servicio, mala atención por parte del personal, 45 mínimo para entregar dos fachadas, ofrecen promociones y después que las compras salen con excusas. No lo recomiendo para nada.

Es un lugar vintage, entre lo nuevo y lo antiguo, una mezcla ecléctica y de buen gusto adorna los múltiples postres de Madame Blac; masas estilo francés con ingredientes locales hacen de este uno de mis locales favoritos de Caracas. Tal como ecléctica es la pastelería, lo es la decoración con vinilos, sillas, maletas, etc.  El lugar es una maravilla, en casi todos los sentidos, los postres y comidas son muy buenos, el café, debo decir, es como en todas partes, la atención es el problema aquí, nunca se sabe a quién pedirle, los precios te los dicen directo en la caja, que está alejada de la zona de exhibición, ya cuando vas la segunda vez ya te acostrumbras, los empleados no son ni amigables ni bienencarados. Ojo con el precio, si bien no es barato, no me parece tampoco caro (en comparación a los precios del mercado), realmente me parece que los precios son muy justos. Cuenta con wifi, es ideal para conversaciones de negocios y videollamadas. Para terminar la tarde es un excelente lugar con un buen café. Un aplauso al dueño por el concepto tan cosmopolita.

Excelente comida, atención y buena vista. Desde la primera vez que visité el Restaurante me dio una muy buena vibra, tan sólo cruzar la puerta, la anfitriona me recibió y preguntó si quería tomar asiento, los mesoneros siempre muy atentos y explicando los platos cada vez que tenía una duda.  El lugar tenía una música que hacía ameno el tiempo de espera de la comida (el cual debo decir fue bastante corto).  Normalmente acudo al restaurante por la comida china, y generalmente lo que ordenó es Arroz frito especial, Tallarines Mai Fan al estilo Singapur (SE LOS RECOMIENDO), una ración de lumpias, Pollo en miel y ajonjolí, Pollo en salsa curry y costillas asadas. Hace unos meses la calidad de la comida había disminuido un poco, pero fui el día de las madres y otra vez la calidad de la comida no dejaba nada que desear, TODO ESTABA EXCELENTE. También he comido sushi en el restaurante y es muy bueno. Tienen promociones especiales con los platos de rolls. Nota: Si eres aficionado del sushi vas a poder encontrar gran variedad para degustar. Eso si, no podía faltar las cervezas, estaban friitas.  Recomiendo este restaurante con los ojos cerrados y les aseguro que van a volver tantas veces como yo lo he hecho.

Excelente ambiente y con precios sumamente accesibles en comparación a otras opciones. La comida estaba excelente. No pueden dejar de pedir los golfeados con queso. La única "crítica" sería el estacionamiento, pero hay un parquero bastante colaborador contratado por el local que me ayudó a ubicar puesto rápido.

Excelente ambiente para ir con un grupo a pasar una noche chill. Puedes comer, beber, escuchar buena música con alguna banda en vivo y luego quedarte en el local con ambiente rumbero.