Un lugar que encanta desde que llegas, una decoración muy peculiar y de gran categoría, cada espacio te invita a transportarse en el tiempo, excelente atención y su cocina espectacular, en sabores, texturas y presentación, y ni hablar del postre, nuestra experiencia en esta oportunidad fue con un tiramisu de Limoncello, una delicia al paladar.
Sólo recomendaría quitar o sustituir la alfombra de la entrada, le resta categoría al restaurant.
La Dolce Vita
Un lugar que encanta desde que llegas, una decoración muy peculiar y de gran categoría, cada espacio te invita a transportarse en el tiempo, excelente atención y su cocina espectacular, en sabores, texturas y presentación, y ni hablar del postre, nuestra experiencia en esta oportunidad fue con un tiramisu de Limoncello, una delicia al paladar. Sólo recomendaría quitar o sustituir la alfombra de la entrada, le resta categoría al restaurant.