Soy cliente habitual, comemos por lo menos dos veces a la semana, lo mejor los desayunos, las mermeladas caseras y el croissant, excelente, muy buena opción para desayunar un sábado. Los almuerzos me encantan, tienen el plato de día que no defrauda, las crepes excelentes me encanta la poulett con mermelada de cebolla simplemente exquisita; como soy amante de las ensaladas nada como la ensalada verde mix de lechugas y rábano con un aderezo simple, pero super especial. La atención es de primera, siempre vuelvo por un café o un postre, que te dejan sin palabras...mi preferido el fondant de chocolate, a mi hijo le encanta. También, en las tardes de miércoles a sábado tienen música jazz en vivo, a veces el volumen un poco alto para mi gusto, pero la música de primera. se disfruta mucho en pareja o con amigos, solo que no venden licor, así que no es de esos sitios para tomar, sino para disfrutar del ambiente parisino.
