Tenía tantas expectativas con este sitio y me decepcionó. Su oferta gastronómica es amplia y buena, pero no cuidan los detalles. Pedí un ceviche puyuo que estaba delicioso, sin embargo, el casabe que trajeron para acompañarlo estaba frío. Las coquetas de plátano con fondue de queso blanco y las lumpias de raya también me gustaron, pero la masa de estas últimas estaba fría. La atención deficiente. Durante el cambio de turno, el mesonero olvidó registrar nuestra orden y debimos esperar 45 minutos para que el personal se diera cuenta. Un error lo comete cualquiera , el detalle es pedir excusas al cliente, no verlo con cara de desconcierto y sin saber como responder
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