Fuimos a la sede del San Ignacio. Las mesas estaban sucias, la cajera fue amable pero los 5 minutos que dijeron que tardarían en llevar los platos casi llegan a 30... Están ofreciendo un menú económico de sándwich que en el papel se ve bien pero no vale la pena. Cometí el error de darles una oportunidad después de una mala experiencia en el de Santa Paula. El veggie relleno con pollo gris y sin el mínimo sabor (no se que pollo usarán pero es el mismo de aquella vez), decía que venía con cebolla y pimentón salteado y sólo fue con pimentón, la salsa alemana era mayonesa y la cantidad fue tan poca que apenas se pudo ver, el pan estaba viejo, muy viejo; se caía a pedazos y duro casi incomible. El contorno fue ensalada César que estaba buena, fresca y con abundante queso parmesano. El otro plato fue un club house con bastante relleno, estaba bueno. Mucho jamón, queso amarillo, pollo gris sin sabor, salsa rosada y huevo sancochado (esto destaca, no había comido club house así). El contorno fue yuca frita que evidentemente estaban refritas, era aceite con yuca, lamentable. Para completar, pedimos un café frío de chocolate. El vaso es pequeño, con adorno de chocolate líquido, helado y café. Sabor normal. No recomiendo este lugar, no se dejen llevar por lo económicos que parecen sus sándwiches.
