La comida muy buena, la Pico la Torre es buena si quieres algo pesado, por su parte la Uriji está mejor balanceada, muchas chips de batatas pero poca yuca frita, el manantial excelente. El servicio es bueno, muy atento, el ambiente es mejorable.

La cachapa estaba aguada, cruda en algunos puntos, la masa muy deficiente. La atención es buena porque no hay mucha gente en el local y el ambiente es como cualquier otro local de las mercedes de la rama.

La comida es buena, la pizza blanca se tarda unos 45min porque hacen la salsa al momento, sin embargo vale la pena, algo que particularmente no me gustó es que la pizza tenía el borde bastante grande, lo mejor del restaurante diría que son sus familias, un postre exquisito. El servicio es atento y amable, el ambiente es normal.

Lo primero que vimos al llegar son los EXCESIVOS precios por una milanesa con unas papas. Decidimos pedir hamburguesas y fueron un DESASTRE además de mínimas, el huevo reventado con la yema por todo el plato, el pandero PÉSIMA calidad, se deshizo por abajo y estaba duro, la milanesa de carne estaba IMPOSIBLE de picar con los dientes, tuve que comerla con cubiertos, las papas eran PURA GRASA y nada de sabor. Sumado a todo esto un servicio NEFASTO y lento con un ambiente reducido y saturado de gente. Primera y última vez que voy, NO LO RECOMIENDO.

Buen lugar para tomar un café y compartir un rato, los productos son de calidad y el servicio es bueno, la textura y el sabor del frapuccino es óptima así como la calidad del chocolate frappe es insuperable.

La relación calidad precio es buena, especialmente en las pastas. El servicio es un poco lento a pesar de que no hay mucha gente en el restaurante. El ambiente es agradable y con pantallas para ver deportes desde cualquier mesa, cuando fui no habían servilletas te dan un vaso lleno de papel de mala calidad picado. La experiencia es mejorable, la comida es decente.

La calidad de la comida es buena, los tiempos de espera son largos y el espacio es muy reducido e incómodo, tienes que armarte de paciencia, al final yo diría que vale la espera.