Tenía bastante tiempo sin ir a este restaurant tipo tasca española, lo encontré sin el bullicio del gentío de otros tiempos y eso que fui un viernes al mediodía, bastante mesas vacías. Nos atendieron rápida y cortésmente y nos ubicaron en la mesa solicitada. Para comenzar dijimos que tomamos vino y nos recomendaron un vino español regular UNX tempranillo, de Navarra, 2013, el cual estaba, se puede decir que tomable, nos deberían haber traído la carta de los vinos. Pedimos unas tapas para picar, jamón, tortilla de papas y chistorras, tampoco nada de particular, de plato fuerte pedimos, mero en salsa verde y Pulpo a la gallega, sabrosos los dos platos, nada más y eso que son los emblemático de ese sitio. Por ultimo pedimos un tocinillo del cielo, que estuvo lo normal. En resumen: un restaurante/tasca español tradicional con buena comida y buen servicio, nada excepcional como hace algún tiempo. Le damos 6.5/10, en otros tipos le hubiésemos dado mínimo 8/10, pero no es lo mismo que antes.

Nos fuimos de tapas una noche con los hijos y elegimos el Barquero, excelente restaurante tradicional de comida española en Caracas, de mucha tradición, nos sorprendimos un miércoles con el lugar lleno, conseguimos mesas en el área del bar, aunque con una música en vivo en otro ambiente pero que no nos dejaba hablar del volumen de la misma. Pedimos la carta de vinos y elegimos de primero un Luis Alegre, crianza 2010, que estuvo excelente , para tapear pedimos Manchego, Jabugo, unos camarones al ajillo, todo exquisito, de seguido pedimos un Protos crianza 2010, más potente que Luis Alegre, pero perfecto para degustar una angulas españolas, seguidas de txipirones en su tinta y una butifarra negra española. La atención esmerada, la calidad de las tapas de lujo y deliciosas, el vino excelente y la cuenta bastante normal para el sitio y lo que comimos, nos salió a 3.500 bolívares por persona con el 10%. En resumen, excelente restaurant tradicional de excelente comida española, con una excelente barra, música para los bailarines y una atención inigualable, todo a precios justos en relación al valor/calidad, le damos 8/10

Este idílico sitio en Galipán, en la cima del Ávila, continua como uno de los mejores restaurantes de Caracas, nos tocó esta pasada semana volver después de algún tiempo, es un lugar para celebrar algo especial, y el día nos ofreció una oportunidad de admirar la belleza del mar Caribe y del hotel Humboldt sin nubes hasta la puesta del sol. Esta vez fuimos en nuestro propio 4x4, ya que no pudimos coordinar con los jeeps la hora de salida, la próxima tomaremos los jeeps, ya que no hay que preocuparse por manejar en esa empinada carretera. Entrando en el yantar, nos recibieron con una sorpresa, ya tienen carta de vinos y licores, aunque se puede seguir llevando la bebida y otra nueva es que ahora tienen platos a la carta, o sea no estás obligado al menú tradicional de la casa. Por la costumbre y lo delicioso de su comida pedimos el menú de la casa y la degustación gastronómica comenzó con un buen pan gallego, para acompañar a una terrina de pescado, seguida de unas croquetas de camarones, pimientos de piquillos rellenos de bacalao con txipirones en su tinta y arroz, luego seguimos con un Lomo de pargo al horno y Solomillo a la plancha con champiñones para terminar, de postre pedimos una tres leches de la casa, todo regado con un excelente Márquez de Cáceres, crianza 2010, que estaba al natural dentro de la temperatura ideal sin haber tocado hielo ni nevera, a 1.000 metros de altura la temperatura perfecta para una buen rioja. En resumen, Casa Pakea continua siendo el emblemático restaurante de Galipán, con una atención inmejorable, una sala muy agradable y el ambiente excepcional e igual que toda su comida, le damos 10/10

Pizzería & Ensaladas es el menú de este sitio en el C.C. Village en Altamira es un lugar para volver cuantas veces uno quiera a comer una deliciosa pizza. Tenía mucho tiempo sin comerme una de esas especies tan deliciosas, con los ingredientes de calidad, el aceite de oliva, la pimienta, etc. El sitio es muy agradable en la terraza principal del Village, compartiendo la misma con el restaurante Olio, no mismo es muy grande son unas 10 mesas, pero la atención deja bastante que desear, aunque son amables no están bien organizados y no tienen un capitán que los dirija y ponga a la atención del cliente de una manera eficiente y efectiva, resultando en un servicio muy lento. La pizza que pedí la Bufalina, mozzarella de Búfala con tomate cherry y un aderezo de pesto estuvo una delicia, el pan de la misma del grosor justo y bien cocinado con textura de galleta, definitivamente hay que repetir, de bebidas hay cervezas Solera y jugos naturales que de acuerdo a mi acompañante estuvo muy sabroso y fresco. En resumen: Una pizzería top, de las mejores en Caracas, el ambiente muy agradable, con servicio muy lento y con los precios costosos de 400 - 600 bolívares una pizza de 10, hay de 14 de 100 a 200 bolívares adicionales, pero relativamente justo de acuerdo a la relación precio/valor. Lo califico en 7/10

La idea era ir a comer hamburguesas, no soy un fan pero hacía tiempo que no las probaba, así que me provoco ir a comerlas, salimos en rumbo a B&S tan recomendada por Degusta, pero cuando llegamos estaba cerrado, así que seguimos a la parte norte de sebucán a Araxi. El sitio es muy informal, aunque bien decorado en una terraza techada del centro comercial, y tiene alguna mesas en el pasillo del mismo, comimos en la terraza, un poco ruidosa por los carros que circulan en la calle del frente. La atención estuvo bien y la carta bastante amplia en asuntos de hamburguesas y otras delicias estilo americano. Nos decidimos por una BLT con queso, y mis acompañantes por un trio y una Araxi, acompañadas de aritos de cebollas, papitas fritas y tostones, regadas con Solera verde. Esperamos un tiempo prudencial y nos trajeron primeros los acompañantes, seguidamente las hamburguesas, después de aderezarlas con las salsas de rigor, mostaza French Original y Kétchup (importadas) le metimos el diente y debo decir que estuvieron bien, aunque no lo que me esperaba, el pan fue un fracaso, se partió completamente y tuve que comérmela a punta de cubiertos, los acompañantes muy normales, tanto las papitas fritas como los tostones aunque estos últimos con mucho ajo y los aritos muy pequeños y suaves. Para el postre nada de las tortas ofrecidas fueron algo especial, así que decidimos comer de postre helados de la 4D, en el Centro comercial el Milenio. En resumen: Un sito de comida Americana muy normal sin ningún incentivo en la comida, ni el ambiente, con unas hamburguesas solo aceptables, y costosas, al precio de lo que cuesta un plato de pasta en el Olio o Vía Cippro. Lo califico en 4/10

Diferentes nombre en diferentes épocas, Da Ricci, Nastro Azzurro, siempre buena comida Italiana, la sala es pequeña, no más de 20 mesas apretaditas, una decoración agradable y muy lleno de gente, si para el almuerzo llega después de la 12:30 PM, prepárese tendrá que esperar que los comensales del primer servicio se retiren, mínimo 1 -1:30 PM, y no crea en llegar temprano y sentarse en una mesa a esperar a los demás, le ponen mala cara y hasta lo presiona para que libere la mesa. Pero entremos en la comida, lo más importante, podemos decir a ciencia cierta que le restaurante ha mantenido a través del tiempo la calidad de sus oferta gastronómica, , el día que fuimos a almorzar en este mes de diciembre, nos encontramos con bastante gente, pedimos un vino chileno de muy buena factura y nos deleitamos con una carta pequeña pero que ofrecía variedad, antipastos, sopas, pasta, risottos , aves, pescados y carnes, en esta oportunidad pedimos de entrada una ensalada de capresa con mozzarella de búfala , regada de tomates calientes y albahaca; toda una delicia; para plato principal nos trajeron una de las especialidades de la casa, Fettucinis con crema, hongos y jamón serrano, la verdad es que estaban muy ricos y de postre no pudios probarlos porque los bien conocidos profiteroles y Tiramisú se habían agotados. En resumen: un buen sitio de comida italiana, ruidoso (al mediodía) con platos bien sabrosos y muy de su cocina, altamente recomendables, servicio lento y poco amigable cuando están en el rush, con vinos y postres limitados. Lo califico: 7/10

Originalmente en el Hatillo, solo abrió el año pasado en el Altamira Villages, prácticamente en un nuevo centro comercial en frente de Bahía’s de Altamira, muy interesante oferta, tienen una terraza o patio central compartido con otros dos sitos, una pizzería y un café, el propio local tiene dos ambientes el principal con una 15 mesas y una especie de mezzanina, la sala muy bien atendida, amplia y decorada moderna con toques minimalistas, se respira un ambiente bastante informal. El Maître d nos atendió muy correctamente y nos dijo que no tenía mesa disponible pero que si le dejábamos nuestros nombres y teléfono nos llamaban en cuanto se desocupara una mesa, el calculaba en media hora. Efectivamente nos fuimos a recorrer el Centro Comercial y a la media hora nos llamaron, nos sentaron en una mesa para cuatro, justamente al lado del sitio donde los mesoneros retiran las bebidas, yo diría la peor mesa de la sala. Sin embargo, al entrar con el restaurant completamente lleno, el olor de la comida servida a los comensales da una sensación de que se come bien en el sitio y al ofrecernos algo de beber nos sugirieron un buen Malbec, con unos deliciosos tepanedas de aceitunas. Entramos a leer la carta bastante variada a la italiana, con antipastos, pastas, risottos, y platos bien especiales como una especie de entrecote Café de Paris, una carne de lomito marinada en vino con papitas fritas, tal cual la versión original muy clásico pero con un corte diferente, nos decidimos por una ensalada de mezclas lechugas con radicchio, otras verdes, queso de cabra, y nueces, de segundo plato pedimos unos abundantes fettuccine con tomates cherry y peperoni, los dos estaban muy sabrosos y acompañados del Malbec hicieron la combinación perfecta. Los mesoneros estuvieron muy atentos al servicio pero con el restaurant completamente lleno y gente esperando los mismos no se dan abastos y el servicio fue demasiado lento, aunque nos compensaron al llenarnos la copa de vino nuevamente por la casa. Para el postre aunque nos sugirieron una especie de quesillo venezolano muy recomendado, pero nos decidimos por una especie de brownie-mouse de chocolate negro en una crema inglesa, acompañado por una copa de pro-secco estuvo muy sabroso, aunque no es ni brownie, ni mouse y la crema inglesa lejos nada que ver con la de Marc Provost (Le Petite Bistrot), muy lejos de la versión original, sin embargo yo la describiría una “delicia de chocolate sobre crema”. En resumen, comimos muy bien, yo diría casi excelente comida italiana con toques modernos y los mejores ingredientes, pero con el servicio tan lento y tanta gente deben mejorar ese aspecto, el menú se ve con platos muy exquisitos y volveremos para probarlos, el precio/valor muy razonable y el ambiente muy agradable y sofisticado. Lo califico en 8.5/10

Originalmente era una Tasca de un solo ambiente en los 90' lo expandieron a restaurante con un 2do piso, sin embargo fui esta semana después de un largo tiempo sin ir y lo hice porque mi preferido el Bar Basque no trabaja los lunes y a la Cita recién fui, así que me decidí por recordarme de mi Tasca favorita. No puede decir que estuvo mal, pero tampoco puedo decir que estuvo maravilloso, simplemente sigue siendo comida de tasca, el segundo piso horriblemente iluminado, y sobre la comida les puedo decir que estuvo bien, de entrada comí unos pimientos y unas chistorras, muy normal, las chistorras podrían haber estado mas cocinadas y los pimientos de piquillo están bien también, no hay nada elaborado en estos últimos, para el plato principal pedí cochinillo que acababan de hacer, y no estaba para mi gusto, las otras dos personas comieron lo mismo y dejaron el plato limpio, yo deje más de la mitad, lo acompañé con papitas fritas, pero salieron blanquitas y enchumbadas de aceite, deje el plato entero, menos mal que lo regamos con un delicioso vino de la Rioja Alavesa, Luis Alegre joven, aunque del 2011 y ya había perdido su sentido de maceración carbónica, pero con todo y eso estaba muy a la altura de un vino con gusto, para el postre una natilla sabrosa y abundante, y todo por un precio más o menos razonable. Resumiendo: SI usted quiere comer comida española normal tipo tasca buena sin muchas pretensiones a un precio normal con buen vino, ese es un buen sitio en La Candelaria. Lo califico 5 /10

La típica tasca española de la candelaria, con mucha tradición y muy buena comida española. El sitio está en la esquina de Alcabala, con un ambiente de tasca en el piso de abajo, barras y pequeñas mesas y arriba es más restaurant. La comida es exquisita, la paella legendaria y muchos otros típicos platos españoles como cocido, callos, pulpos, cochinillo otros más exóticos como bacalao en todas sus formas. Postres los típicos, tocinillo, crema catalana, etc. Hace poco almorcé en la parte superior y comí con unos pimientos de piquillos, empanada gallega y un delicioso bacalao con un buen vino español. El servicio es lento por la afluencia de gente, la sala bulliciosa tanto abajo como arriba pero vale la pena, aunque los precios son exorbitantes para una tasca /restaurant. En resumen, el propio sitio de la Candelaria con su ambiente de tasca típico de esa zona con una comida española deliciosa, buenos vinos españoles, pero prepárese a pagar una gran cuenta. Lo califico: 7/10

La tortilla, el pulpo a la gallega, pimentones de piquillo, setas salteadas con chorizo, cochinillo a la Segovia, El lomito con queso manchego y champiñones, el cabrito. El conejo, los calamares, pescados y otros platos de variadas regiones de España, todo bajo la amable atención de su dueño, Andrés Rodríguez y un staff de mesoneros y barman de primera. Un sitio con comida española muy sabrosa, muy bien preparada y con muy buena sazón, cualquier plato que uno pida estará delicioso, los postres los usuales, tocinillo, crema catalana, etc. El sitio está en la Av. Francisco de Miranda en Chacao, en un pequeño local de un piso y medio (el alto es como un tercio del sala principal), con una barra transitada no muy cómoda pero buena para esperar la mesa, uno puede ver desde la misma a los cocineros en los fogones, la sala pequeña y siempre llena y en el alto unas cuantas mesas más. Los tragos y la variedad de vinos españoles están a la altura, mi preferido Luis Alegre, vino de la Rioja Alavesa, lo tienen a la temperatura adecuada en sus varias versiones, joven, crianza y reserva. Muy buena la atención y rápido el servicio y en relación a su precio, es un poco costoso pero con un excelente precio/calidad, el sitio los vale. Hace un tiempo solía ir muy variado por que se come muy sabroso, pero los tiempos cambias, ahora cuando tengo ganas de comida española fijo rumbo al Mesón de Andrés, definitivo. Único defecto, el ruido de los comensales hablando, y cuando el sitio esta lleno es una sola periquera. En resumen, un sitio de comida muy sabrosa donde se come a la española, con platos de todas sus regiones, con muy buena atención, mucha gente conocida se consigue uno y siempre lleno, con espera, pero vale la pena ir. Un excelente sitio para ir a comer y tomarse unos vinos cualquier tarde. Lo califico: 8/10