La comida estaba exquisita y con excelentes porciones. El servicio buenísimo también, los mesoneros no sólo te atienden sino que te recomiendan los mejores platos de acuerdo a tu gusto, tal como lo hace un buen mesonero. El ambiente tranquilo, relajado, con decoración moderna en le interior y con una suerte de terraza en el exterior.

Comida muy buena, mesoneros muy atentos, ambiente relajado, decoración moderna/ecléctica. Excelente concepto del tríptico al probar 3 sabores/tipos de algo (pizza, ceviche, pasta) en un mismo plato.

La comida es excelente!!! Las costillas, por ser su especialidad, son de verdad divinas. El ambiente es muy familiar y tienen televisores como para poder ver en familia algún partido. Los mesoneros son educados y atentos; las órdenes salen rápido, me encanta no tener que esperar por la comida.

Deben ir un fin de semana en la noche! Excelente sitio de karaoke, actividad inusual que se convierte en una mini rumba, en donde conocidos y desconocidos se unen para cantar lo que sale en pantalla. Es un lugar pequeño, con comida mexicana que no es ni buena ni mala y con mesoneros que se esfuerzan por que la pases bien. Super recomendado por la experiencia más que por la comida, volvería mensualmente!!!

La comida es buena pero nada especial, los mesoneros son amables pero el maître atiende con un poco de desgano. Es una buena opción italiana por el precio.

Siempre voy al de La Castellana con mis amigas. Comida muy buena, excelente ambiente, muy tranquilo y relajado, me encanta la terraza. La polvorosa de pollo es divina, aunque algo pequeña, las hamburguesas son buenas pero nada especiales.

La comida es excelente, el plato de degustación es mundial y abundante. El mejor lugar de comida mexicana en Caracas. El mesonero siempre está atento, a pesar de que atiende de manera apresurada. El lugar es pequeño, nada especial pero por el precio y la comida a uno se le olvida lo demás.

Nos hicieron esperar media hora a pesar de que tenían mesas más grandes disponibles que podían separar y no había nadie más llegando. Pedimos unos tacos, que no estaban en la sección de "entradas" y eran mínimos, con poco sabor acompañados de una mini "ensalada" que era tomate picado, el mesonero ni nos advirtió que las porciones eran pequeñas como para pedir otro plato. Las sillas estaban a punto de romperse. Lo único que rescato de este sitio es el ambiente, muy auténtico mexicano.

La comida es muy rica más la atención no es nada especial. Tiene parqueros, cosa que es muy buena, no hay que esperar para ser atendido, ambiente tranquilo pero chévere; la decoración es ecléctica, cosa que me encanta pues tiene mucha personalidad.

Buena comida y económica. El plato de degustación original es muy bueno. Sin embargo, la última vez que fui, por falta de inventario, me cambiaron el plato original y pusieron otros ingredientes que ni me gustaban, cuando me quejé no me cobraron el plato, lo que me impresionó ya que estamos en Venezuela. Restaurant ruidoso