Vale la pena ir los miércoles para aprovechar el 2x1 en las pizzas porque son buenas pero, el servicio no fue el mejor. El local esta bien, nada extraordinario.

De nuevo por aquí y una vez más gratamente sorprendido de lo divino de la comida, lo bien atendido y el lugar tan agradable y bien decorado. No entiendo porqué este lugar no esta siempre lleno.

Este lugar me pareció sencillamente increíble. El ambiente era súper informal y a la vez elegante. La atención fue perfecta sin ser fastidiosa. Ni hablar de la comida, todo lo que pedimos estuvo divino. Volvería siempre.

DIVINO! Un lugar bien sencillo pero, con buena atención y una comida deliciosa. Volvería siempre. Quiero probar todo el menú. les recomiendo siempre reservar para que se eviten la cola de espera.

un sitio muy amplio y agradable. la atención esta buen pero tiene espacio para mejoría. La comida toda fue excelente. los cocktails también están ricos.

Después de un tiempo, volvimos a probar este sitio. La renovación les quedó muy linda. La atención sigue siendo súper atenta, y la comida estaba divina. Volveremos pronto. hay que probar sus otras opciones de platos.

Una taqueria diferente donde por fin se puede. distinguir cada sabor. Las proteínas todas saben a lo que tienen que saber, no como en otras que todo sabe igual. Les recomiendo probar los tacos al pastor con la costra de queso. El local es pequeño y algo incomodo, sobretodo para conseguir estacionar pero, vale la pena estacionar algo lejos y cami ar un poco.

Empecemos por el servicio que es muy malo. El mesonero no sabía NADA del menú ni de vinos. La comida si estuvo muy buena. sobretodo el tiradito de róbalo, pero el ceviche clásico si dejo mucho que desear. Los dos platos fuertes: divinos! El sudado del norte y el pulpo. El postre El suspiro limeño estuvo normal. Con dos entradas y dos platos fuertes comimos 4 personas muy bien.

Tristemente este lugar ya no vale la pena. Hoy volví después de mucho tiempo y NADA QUE VER. Aunque ampliaron el menú, todo lo que pedimos estaba deficiente. Los chicharrones eran pura grasa. El pollo crispy ya no es el mega sandwich que era antes. La papitas incomibles y saladísimas. No volvería más nunca.

El local es super fresco, decorado con muy buen gusto. El servicio es increíble. Los chicos son super atentos sin ser fastidiosos. Ahora la comida fue espectacular. El steak tartar, divino, y el Entrêcot estuvo en su punto. Volvería siempre.