En Caracas abunda el café. La mayoría, honestamente, es malo. Savignano llegó para cambiar el juego y llevarlo a otro nivel: no solo ofrece todo el rango de métodos de preparación, sino que tuesta granos de diversos orígenes de Venezuela y también cuenta con sus propios granos cosechados en El Hatillo. Aquí se disfruta y se aprende de café en cada visita. Una experiencia insuperable.
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