La propuesta de comida es buena, interesante, los sabores son diferentes y cada plato tiene juego de texturas. Sin duda es atractivo, pero para ir con poca hambre. Básicamente es para la noche y aunque abren temprano, el servicio en el día es pésimo. Calor, moscas y poco provecho a los espacios. De día no lo recomiendo y menos en plan familiar, de noche está bien para un pre despacho o plan tranquilo.