Volví por una de sus hamburguesas, escogí la Mónaco, salió bastante rápido y en una presentación muy sencilla y diferente a lo que se ve en sus redes, empezando por el pan; pálido y demasiado suave, dos carnes de calidad que sumaban 150 gramos, pepinillos de alta calidad, y una cantidad de queso y salsa especial que afectó la estructura del pan. El servicio es muy amable desde que abren espacio para estacionar en la complicada zona, te explican el menú y sus opciones, y se escucha música agradable que te hace olvidar lo ajetreado de la zona. Volvería por sus perros especiales...
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