Un café muy particular en el centro de Caracas, con una decoración y mobiliario influenciada por los simpáticos gatos que hacen vida en el local. El cappuccino estuvo bien preparado y presentado, el personal es muy atento y amable, además de una variedad de cafés calientes y frios, tienen opciones para desayunar, sándwiches, hamburguesas y bebidas frías para refrescar y compartir con amigos.
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