Lugar nuevo con una propuesta gastronómica mediterránea entre libanés y griego, con una terraza agradable, pero, en general, de espacios reducidos. Comida de porciones entre moderadas y escasas, de precios elevados, que pueden ir en promedio desde los 15$ hasta los 30$ por persona, con propuestas saludables, de sabor interesante. El servicio cordial, pero algo lento a pesar de que era el único cliente, y llevan adelante una muy mala práctica de algunos establecimientos de comida: cobro compulsivo del “servicio” sin consultar al cliente, lo que termina elevando los precios de los platos aproximadamente entre 3$ y 5$ por encima de lo reflejado en la carta, la cual tampoco incluye impuestos. En general, experiencia que queda por debajo de las expectativas que tenía con este lugar.
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