La comida me gustó, pero no me encantó. Fuimos un grupo de cuatro personas. Nos gustó que había una promo en Aperol Spritz (2x1) y la pedimos, estaban bien hechos. De entrada, pedimos las entradas Sempre Dritto, y estaban muy ricas: queso fresco, pesto fresco y buena vinagreta balsámica. Los principales están OK, pero nada del otro mundo. Uno de nuestro grupo pidió linguini en tinta de calamares al ajo y oglio con camarones, y tenía 5 camarones y en exceso de agua en “la salsa”. Me quedé con las ganas de probar su Cacio e Pepe, que no lo ofrecieron porque no habia Riggiano. Para cerrar, un café acorde. No estoy seguro si volveré.