Decepcionante, muy bonita decoración y con detalles interesantes, como las pantallas que por cierto no están alineadas y se deja ver las uniones entre ellas y poco más, hasta ahí. Cuando visitamos el local ya llevaba dos meses de inaugurado y las ventanas de la parte superior siguen con el polvillo de obra. Pedimos de entrantes causa limeña que estaba salada, el ceviche frito está decente y el sushi con queso parmesano que tal vez sea lo mejor de las entradas. Los platos principales normalitos sin dejar más alegria que la justa y en el postre tampoco nada del otro mundo. En resumen caro y con detalles de muy mala gerencia. Los manteles de papel grueso, estaban arrugados y con clara demostración de estar usados anteriormente. No pienso repetir.