Este restaurante es una joya escondida al norte de Bello Monte, ya había ido varias veces a tomar café, unas cervezas y comer una pizza, solo estaba esperando volver a ir y probar su famoso pollo a la canasta y no defraudó, excelente, fresco, bien sazonado, buena cantidad, la salsa tártara bien hecha, muy buena, deberían poner más por lo mismo, (el extra lo cobran), también probé unas bruschettas capresa bastante buenas, el servicio es atento y el ambiente muy agradable, tanto en la parte externa tipo café parisino, como en la interna mas restaurante tasca con decoración heterogénea, el local está bien cuidado y limpio. Recomendado!