Excelente opcion en cuanto a comida vasca se refiere, pero esta vez quiero destacar la atención del personal muy bien entrenado y conocedor de su papel para hacer de nuestra visita un momento muy especial. Como siempre el chef José Díaz se lució con un pargo a la sal de otro mundo. Igualmente agradable estuvo el ambiente, muy acogedor y sobrio como suele ser, con educados comensales, sin bochinche ni escandalosos como vemos a menudo en otras locaciones caraqueñas.