Local de tinte socialista pero con precios algo oligarcas donde venden buenos traguitos a base de miche o cocuy. Adicionalmente venden unas pizzas pequeñas como para picar que saben bien y una que otra opción adicional que ha ido variando en el menú con el pasar del tiempo. El ambiente es de luz tenue, algo ruidoso. Los jueves presentan música en vivo. La atención es regular y el estacionamiento cierra antes de que cierre el local