En medio de la situación actual, donde he visto cierre de areperas o reducción en su oferta, me vi gratamente sorprendido por las arepas de este local. Desde que llegas estás atendido por el servicio de parking, y se procede a entrar al agradable salón con muchas mesas, el típico ambiente de arepera nocturna, con mucho movimiento. Como es mi costumbre, antes de sentarme en la mesa paso “revista” a los rellenos disponibles, éstos eran variados y había para escoger, todos se veían frescos, especialmente los quesos. El servicio, amable y rápido, casi relampagueante trajo los pedidos sin falla en un parpadeo. Las arepas: Buen tamaño y sabor de los rellenos de los cuales no escatiman a la hora de rellenar tu arepa, la guasacaca no estuvo muy buena, parecía “pasada de tiempo”, pero el picante si dio la cara. Arepera recomendada.

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