Entrar a este local y oler el cacao tostandose es una experiencia definitivamente, es obligatorio subir y ver el laboratorio de cacao ok? Ahora tienen más productos propios y menos variedad de otros chocolateros (lo cual me decepcionó un poco), sin embargo sus precios están a la altura del chocolate que se va a probar. El chocolate caliente no ha cambiado, sigue siendo muy sabroso con su respectivo trocito de torta. Muy feliz de poder seguir disfrutando de este espacio que tiene la hacienda La Trinidad.
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