Buena atención. Un lugar especial como todos los que están en el parque Ávila. Si no quieres gastar mucho te tomas un guayoyo pequeño por 65 soberanos. Los precios estan de regular para abajo por lo menos al 13 de noviembre 2018

Es uno de los lugares donde más cuidan el buen sabor de las comidas, ingredientes muy frescos y ambiente de diseñador, los galpones en si tienen un ambiente natural y sofisticado y este restaurante lo aprovecha. Trato amable, suele llenarse al almuerzo, posibilidad de menú para veganos. Son los dueños del extinto Le Galipanier en Galipan

Es un clásico en Caracas, es una tratoría siciliana con toda la ambientación de un hogar, la atención es cuidadosa y es muy famoso su gñoqui de Zuka. Mi preferido es la ensalada y me parecen muy razonables a Bs. 16.000 porque son excelentes y una comida completa. El risotto es uno de los más cuidados en sabor que he comido, se sirven en una cacerola sobre tabla de madera y los múltiples sabores están separados cuidadosamente para una mejor experiencia, el rissoto si ronda los 35mil, no he probado la panacotta pero los fans dicen que es la mejor, algo lleno al almuerzo los viernes y tardan un poco más de lo usual al traer la comida. Ojo que en la cuenta incluyen bs. 6mil de servicio.

Es la heladería más visitada del Hatillo, está frente a la plaza en una esquina al lado de Das pastel haus. Una tinita de 2 sabores (straciatella y óreo) cuesta bs. 10mil

El Sr. Mesonero nos indicó el combo que nos convenía más por precio, cuando lo pedimos tardó 3 minutos en traerlo, en vez de pollo parecía pavo de lo grande que era, el señor era muy amable y atento. Ese combo para 2 vale 29900 con pollo y yuca y hasta alcanzó para llevar

Muy buen ambiente aunque con precios altos, buena atención y todo muy limpio. Al lado de Pilas en el Paraíso

Ambiente muy rico. Clima de montaña. Lo mejor es que tiene el automercado cerca. Abren los domingos. Cada ingrediente de la comida está muy bien cuidado.

Algo costoso pero buena elección si se quiere dar un buen gusto. El sabor del sushi es el esperado para un restaurant gourmet. He ido cuando fue un kioskito fuera del CC y ahora que está adentro. La diferencia es muy grande, ahora es más acogedor pero más costoso que antes, estacionar es muy fácil y el carro casi que lo puedes parar frente al restaurant.

La comida está muy bien cuidada, cada sabor bien definido, no es un lugar de shawarmas corrientes, todo está muy bien enfocado y con buen gusto, la decoración le hace sentir como en algún lugar entre Marruecos y Egipto, la atención tarda un poco a veces pero no es desesperante, el pan (el cuadrado que parece una almohada) lo hacen ahí mismo y es una maravilla para acompañar todo, en la carta hay algunas inconsistencias (cosas que se llaman igual pero tienen precios diferentes) indiquele bien al mesonero que es lo que quiere apuntándole en la carta. Se pueden tomar varios tipos de bebidas y fumar narguile. Los precios están un poco por arriba del común pero para el lugar vale la pena, reservar es buena idea. Fui en marzo 2017.

El lugar es pequeñito, se tratan de esmerar con la atención, casi nunca hay nadie, la cantidad en los platos es poca y me parece algo costoso. Hay que estar pendiente con la cuenta por si meten algún cargo extraño, se debe reclamar.