Empecemos por el ambiente, es fresco, tranquilo, familiar, incluso silencioso, un ambiente digno para poder conversar calmadamente o simplemente relajarse y pasar un rato en el lugar. El servicio, se puede deducir como buen servicio, agradable, bastante formal y educado. La comida, hasta por el momento.

El lugar y su ambiente es fresco, abierto, cómodo para pasar una tarde allí. La comida es única, recomiendo el creppe más que todo con crema, maíz y tocineta, un exquisito plato para compartir o para sí mismo. Sus postres un gran trabajo y esfuerzo de delicia pura.

Buena atención, llegando al sitio poseen su servicio de Parkin, entrando al restaurant te reciben de muy buena gratitud. La comida es rica en todas sus formas y la decoración de sus platos, espléndida. Los dulces muy buenos también, aunque tienen que tomar en cuenta que la pasta de soya. Deben considerar poner menos soya, ya que esta opaca el sabor de la pasta. Sin embargo, detalles insignificantes para tan buena calidad y servicio de Buono

Bueno la comida, el servicio y el ambiente ha decaído. Los platos han desmejorado su calidad, el servicio se distrae mucho, el ambiente sigue siendo familiar pero la música ya no es la misma, la música atormenta. No recomendaría pasar nuevamente por allí, pero si recomiendo nada más tomarse un trago para conversar en cualquier ocasión por paso.

La comida es excelente, la única critica es que los chef deben servir cuidadosamente la comida al prepararla ya que algunos platos son algo salados, al gusto de muchas personas. el servicio es muy agradable, el ambiente muy respetuoso. el único detalle es que deberían dejar que las personas lleven su torta y los dejen picar su dulce allí.