Restaurante campestre y sencillo, clima fresco y suave. Salón comedor listo para recibir una buena cantidad de comensales con sus amplias mesas rectangulares de madera. De la comida solo puedo hablar del Conejo al Salmeron “delicioso “ de verdad, no creo que se pueda comer algo así en toda Caracas. Me gusta la presentación típica para compartir en la mesa. Una exquisitez para los amantes del paladar. Acompañe este plato con un Tempranillo que a mi parecer le fue genial. Mencionaré que solo se vende la pieza entera, no hay platillos intermedios ni nada por el estilo. en su menú, ofrecen una variedad a la parrilla solo los días domingo (yo fui día sábado)

Agradable y acogedor. La atencion bastante aceptable. Los precios un poco altos, pero vale la pena darse el gusto. El Chef ha hecho un buen trabajo. El menu es corto y esto hace posible una mas fácil selección. Yo lo disfruté, seguro uds también lo harán.