El pollo es bueno, solo que la salsa mojo no es agradable a la vista porque es como una salsa blanca y le resta lo crujiente de la piel. Como sugerencia que hallan hallaquitas blancas, sencillas sin otros ingredientes. La atencion es muy buena. El unico aspecto que no nos agradó, ya en dos oportunidades que hemos ido, es el frio insoportable lo que hace que la estancia en el lugar no sea placentera.
Conoci el de Bello Monte, me gustó la pizza, a raiz de lo cual quise probar el de Los Palos grandes, y la experiencia fue muy buena. Los platos son muy contados pero suficientes. Todos son buenos. Las Alitas son super divinas, una de las mejores que he comido. Las carnes excelentes. Los postres y helado buenisimos. En materia de atencion tienen muy buena atencion y rapida. Lo único que no agrasa mucho es la cola para entrar, ya que en algunas horas pico, se espera mucho.
Me encanta el ambiente y las opciones para comer son buenas y diversificadas. Las chessecakes, panquecas y crepes excelentes. Las porciones son muy buenas en general para todos los platos lo que representa una relación precio valor muy conveniente. Hay ciertos detalles que mejorar, por ejemplo, que el personal advierta el termino de cocción de la carne de hamburguesas. En particular trajeron la carne medio cruda y al pretender que la cocinarán más, insitian que las hacian 3/4 y no lo era. Para ser hamburguesa no creimos necesario hacer ninguna aclaración al principio y tampoco la hicieron antes, por lo que tuvieron que hacerla de nuevo, pero tardaron demasiado lo que dañó la experiencia y estancia, pues mi madre tuvo que esperar hasta 20 minutos más y los demás com
imos, de manera que fue todo a destiempo con el grupo. Al punto que como fuimos en la noche resulto que al momento de llegar , luego del postre pedir el café ya habian apagado la maquina porque a un cuarto para las 10 pm ya cerrarían . Mi madre siempre desea cafe después del postre. Fue lamentable la experiencia a pesar de la buena apreciacion de otros aspectos.
No conocíamos este magnífico rincón caraqueño en el San Ignacio, y quedamos muy satisfechos. La atención es excelente y la comida muy variada. Volvería. Los cócteles muy diversos y módicos precio
La verdad lo que aprecio es el ambiente, pero creo que hay una absoluta desproporcionada relación precio-valor-calidad. No dudo que algunos platos se consideren buenos, pero la cantidad de las porciones es una burla. Lo llamaría un abuso a la inteligencia del ser humano. Como puede ser posible que los taquitos no creo que le llenen el estómago ni a un bebé. Ni un plato infantil llega a eso. Dejarse abusar así, cuando te cobran por un bocadito casi el precio de un plato de comida completa. También en el servicio hay fallas. Una tasa de café que le sirvieron a mi madre tenía pintura de labio. Y al llegar la comida no habían puesto las servilletas. Pura pinta. Lo siento porque el lugar es bello y el ambiente también. Por cierto con esos precios ya pudieran haber remodelado los baños.
Fui con una expectativa tal vez alta o diría normal, por el tema asociado a comida típica, pero no me agradó que para desayunar no había platos de desayuno, solo pasteles, empanadas, arepas, lo cual no dudo sean opciones que las hay en muchos lugares, pero el hecho de que para desayunar no hayan platos no me cuadra. Al final me dieron la opción de armar el criollo pero me cobraron por separado como raciones y eso no es nada conveniente. Además la presentación del plato debe mejorar. La atención fue buena.
Carbón
El pollo es bueno, solo que la salsa mojo no es agradable a la vista porque es como una salsa blanca y le resta lo crujiente de la piel. Como sugerencia que hallan hallaquitas blancas, sencillas sin otros ingredientes. La atencion es muy buena. El unico aspecto que no nos agradó, ya en dos oportunidades que hemos ido, es el frio insoportable lo que hace que la estancia en el lugar no sea placentera.
Todo Carnes (Los Palos Grandes)
Conoci el de Bello Monte, me gustó la pizza, a raiz de lo cual quise probar el de Los Palos grandes, y la experiencia fue muy buena. Los platos son muy contados pero suficientes. Todos son buenos. Las Alitas son super divinas, una de las mejores que he comido. Las carnes excelentes. Los postres y helado buenisimos. En materia de atencion tienen muy buena atencion y rapida. Lo único que no agrasa mucho es la cola para entrar, ya que en algunas horas pico, se espera mucho.
Canel (Las Mercedes)
Me encanta el ambiente y las opciones para comer son buenas y diversificadas. Las chessecakes, panquecas y crepes excelentes. Las porciones son muy buenas en general para todos los platos lo que representa una relación precio valor muy conveniente. Hay ciertos detalles que mejorar, por ejemplo, que el personal advierta el termino de cocción de la carne de hamburguesas. En particular trajeron la carne medio cruda y al pretender que la cocinarán más, insitian que las hacian 3/4 y no lo era. Para ser hamburguesa no creimos necesario hacer ninguna aclaración al principio y tampoco la hicieron antes, por lo que tuvieron que hacerla de nuevo, pero tardaron demasiado lo que dañó la experiencia y estancia, pues mi madre tuvo que esperar hasta 20 minutos más y los demás com imos, de manera que fue todo a destiempo con el grupo. Al punto que como fuimos en la noche resulto que al momento de llegar , luego del postre pedir el café ya habian apagado la maquina porque a un cuarto para las 10 pm ya cerrarían . Mi madre siempre desea cafe después del postre. Fue lamentable la experiencia a pesar de la buena apreciacion de otros aspectos.
Brigitte Cafe y Bar
No conocíamos este magnífico rincón caraqueño en el San Ignacio, y quedamos muy satisfechos. La atención es excelente y la comida muy variada. Volvería. Los cócteles muy diversos y módicos precio
Manifiesto
La verdad lo que aprecio es el ambiente, pero creo que hay una absoluta desproporcionada relación precio-valor-calidad. No dudo que algunos platos se consideren buenos, pero la cantidad de las porciones es una burla. Lo llamaría un abuso a la inteligencia del ser humano. Como puede ser posible que los taquitos no creo que le llenen el estómago ni a un bebé. Ni un plato infantil llega a eso. Dejarse abusar así, cuando te cobran por un bocadito casi el precio de un plato de comida completa. También en el servicio hay fallas. Una tasa de café que le sirvieron a mi madre tenía pintura de labio. Y al llegar la comida no habían puesto las servilletas. Pura pinta. Lo siento porque el lugar es bello y el ambiente también. Por cierto con esos precios ya pudieran haber remodelado los baños.
Bucare
Fui con una expectativa tal vez alta o diría normal, por el tema asociado a comida típica, pero no me agradó que para desayunar no había platos de desayuno, solo pasteles, empanadas, arepas, lo cual no dudo sean opciones que las hay en muchos lugares, pero el hecho de que para desayunar no hayan platos no me cuadra. Al final me dieron la opción de armar el criollo pero me cobraron por separado como raciones y eso no es nada conveniente. Además la presentación del plato debe mejorar. La atención fue buena.