1956

Verdaderamente sabroso. Todos los platos que ordenamos eran de primera categoria. Las raciones eran muy pequeñas. Cobraban los Acompañantes. Hubo problemas con el punto de venta. En la primera pasada de tarjeta hubo “error” y nos cargaron el gasto, por lo que (por ser una cuenta elevada) no trajo muchos problemas para pagar. La tasa de pago en dolar no es para nada competitiva. No nos dijeron que el teleférico cerraba a las 9:30, nos tuvimos que quedar hasta la 1

El trato es exclusivo desde que subes al Ávila hasta que bajas. Tienen variedad de platos, el ambiente y la atención es increíble. Tienen un espacio cerrado y otro al aire libre. Recomiendo como entrada el trio de mini pulled pork y como plato fuerte las tiras de lomito en salsa de ostras.

Si quieren comer en cantidad, van a tener que pedir en cantidad! la comida es súper rica (lo que probé, porque cuando vi que era tan chiquito deje de pedir), pero súper gourmet. Ahora si... los tragos y el local no tienen comparación, de verdad provoca estar ahí, disfrutando de la música, la vista y hasta el servicio es excelente. Probé varios: queen charlote, Baileys frozen, fuego salvaje y seventy seven. Todos estaban demasiado buenos y recomiendo probarlos todos porque cada uno es una experiencia! Si pasas frío, te prestan sábanas y además, prenden las chimeneas de gas. Ojo con el teleferico, lo cierran a las 9.40 y lo reabren a las 12, así que organicen su horario respecto a eso. Pueden ir en plan de amigos o pareja y seguro pasan una muy buena noche, sin duda volvería a ir! Precio: aprox. 25$ por cabeza (con descorche y solo 1 persona pidiendo tragos)

excelente sistema de reservación buena atención y excelente tragos algo de picar para complementar ideal para un atardecer entre amigos o pareja

el restaurante tiene un 5 en todo ..el lugar es hermsosismo y la atención super personalizada.. me causa mucha risa que degusta no me permitió calificar y colocar el precio real que gaste.. es sumamente costoso . el más caro que he ido en Caracas