Capoeira

Un buen lugar para escapar del el caos de la candelaria, con una comida excelente, y un ambiente agradable, de las entradas recomiendo el tequeños, y no puedes almorzar allí sin pedir su pollo en brasas, jugoso, con una piel crocante llena de sabor.

Volví a visitar Capoeira. Tienen promociones interesantes. Pedí la de un pollo entero, con yuca sancochada, guasacaca y 1 refresco de 1 litro por $15. El pollo extremadamente condimentado con especias. Sobre todo con romero que es tan aromático y un tanto abrasivo cuando se usa en exceso. Además no estaba nada jugoso, un pollo bastante seco. Deben equilibrar lo de la sazón y cocción porque perderán mucha clientela.

Un éxito de nuevo, el Pollo a la brasa de este local se ha convertido en mi favorito, su presentación y sabor está por encima de las polleras tradicionales y viene en combos que incluyen yuca sancochada o frita, hallaquiltas o papas fritas (me parecen poca cantidad) guasacaca y bebida a muy buen precio. El servicio es rápido y amable; y el ambiente del restaurante es agradable. Debido a su ubicación en una zona muy concurrida, encontrar donde estacionar es cuestión de suerte, otra opción sería en el estacionamiento de la Plaza, y eso si, tratar de nunca usar el estacionamiento del centro comercial, es el más caro de ésta parte de la ciudad, de resto todo bien, recomendado!

Ubicado en el corazón gastronómico de la Candelaria. He ido varias veces y todo muy bueno. Buena relación precio/calidad. No duden en pedir el asopado de mariscos!!! , no se van a arrepentir, también el pollo a la brasa y las parrillas Capoeira o argentina. Postres no tienen muchos.

Esta pollera llamada Capoeira, ubicada justo al lado del Hotel Alex en La Candelaria, es un lugar promedio de polleras en la ciudad, a pesar de que su ambiente es un poco más simpático que al resto, no podría decir lo mismo de su comida. Que al fin y al cabo es lo más importante. El pollo bastante seco , un pecado mortal para este tipo de.pollos que uno anhela es la crocancia de la piel y los jugos internos de un pollo en su punto ideal de cocción. Cuando se trata de la Cachapa, algo regular, nada de impacto. Lo único que desmejoraba notablemente el platillo era una carne desmechada con un guiso de pésimo sabor . Se invierte tanto en un local, y vaya que es difícil en estos tiempos, pero lo esencial, que es mantener los estándares de calidad no lo hacen. Es una lástima