Comida china de buen sabor, opciones fuera de lo acostumbrado y porciones abundantes, con una segunda lista de opciones japonesas. Servicio cordial y atento. Lugar privilegiado, con una amplia terraza, que puede resultar algo caluroso al mediodía. Los precios en la carta no son finales, ya que no incluyen impuestos ni servicios, por lo que la cuenta final termina inflándose más allá de lo previsto.
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